La diferencia es una realidad a menudo negada, rechazada o camuflada, y sin embargo, la igualdad es una meta, una utopía. La diferencia está presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad y afecta a todas las personas: diferencia de género, de cultura, de clase, de generación, etc. A pesar de tener diferencias y derecho a manifestarlas, somos iguales como sujetos de derechos y deberes en un marco legal común a todos.
Nuestra voluntad es contribuir al equilibrio entre la diferencia y la igualdad, de tal manera que las personas puedan sentir y manifestar sus diferencias al mismo tiempo que sigan siendo iguales. Aportar un valor añadido a la libertad de las personas, una libertad que crece cuando crecen las posibilidades de elección del individuo, en los modos de pensar, de sentir y actuar, de vivir y de situarse en el mundo.
La base de nuestras acciones se encuentra en la relación diferente-igual, actuando como eje vertebrador en la búsqueda de la diferencia que distingue a un trabajo de sus iguales, que le otorga el sello de la excelencia y lo convierte en un modelo a seguir para terminar siendo común. Partiendo de lo igual para mejorarlo, explorando otras maneras de hacer; de lo diferente en nuestro campo; de aquellas experiencias extraordinarias para modelizar sus saltos cualitativos.
En la metodología y el enfoque del trabajo, apostamos por recoger la diferencia sin desembocar en la exclusividad buscar la similitud sin llegar a confundir las particularidades. En definitiva trabajar con las personas desde la igualdad como principio y sin que la manera de tratarlas sea igual.